Las últimas elecciones regionales, provinciales y distritales han sido un duro golpe para los políticos tradicionales. Esto se debe a que viendolo de un punto de vista objetivo, todos los partidos políticos han perdido y los independientes se han alzado como los grandes ganadores, llevandose casi todas las presidencias regionales.
El APRA perdió casi todo lo que había ganado en el 2002, además de las regiones que lo apoyaron en las elecciones presidenciales, lo que ha dejado al partido confuso y desestabilizado. Pero el toque final fue perder Trujillo, lo que era impensable para todo aprista, perdieron su provincia principal, la que les había sido fiel desde hace 40 años.
Unidad Nacional arrazó en Lima pero gracias a Luis Castañeda y al esfuerzo de los candidatos distritales, lo que demuestra que es una alianza muy debil. Pero lo peor fue que fuera de Lima, la alianza desapareció, ni una sola presidencia regional. Unidad Nacional solo existe en Lima, pero en el interior está en el rubro de otros.
Ollanta Humala y su partido nacionalista desaparecieron, literalmente desaparecieron del mapa político nacional, y si no hubiera sido por un candidato invitado en Arequipa, no habrían ganado ninguna capital de región. ollanta Humala en aproximadamente 100 dias ha destrozado su imagen y su carrera política, pero en el Perú nunca nada está dicho.
El resto de partidos no existen. Acción popular, UPP y Somos Perú estan heridos de muerte y se muestran debiles ante los independientes.
El problema es que ningún partido político de los actuales puede representar realmente a los pueblos del Perú, y de seguir así el país va a terminar fragmentandose aún más. Pero ¿que ha pasado? se perdió el partido político real ¿sucumbió ante intereses personales y corrupción?
El país necesita urgente un partido político que tenga claras sus bases, sus principios: la defensa incondicional de la libertad, la democracia, la justicia y la descentralización. Un partido que no tenga miedo de denunciar actos de corrupción, ni de ser una oposición activa y responsable. Este partido debe representar realmente al pueblo, permitir elecciones internas limpias y en cada región del país; un partido que no se refugie en Lima y dicte ordenes desde allí.
Tal vez sea solo un partido utópico, el ideal para el país, pero no creo que sea imposible que exista solo necesita empeño, coraje y compromiso. Ojala alguien piense igual que yo, al menos seríamos dos idealistas que creen que el país tiene solución, solo que nadie quiere hacerse responable.
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