Año picante

Termina el 2006 y nos deja muchas cosas en las que reflexionar. Este año que se va fue muy importante para la historia del Perú y para los peruanos.

Este año fue un renovar en lo que respecta a autoridades por todo el largo y ancho del Perú. Cambiamos presidente, ministros, otorongos, magistrados, presidentes regionales y alcaldes.

El país ya no es el mismo. Estuvimos a punto de alinearnos con el eje de Chávez (aunque parece q ahora vamos por ese camino, la situación aún no es clara) gracias a Ollanta Humala pero gracias a Dios nos mantuvimos en la senda pro-democrática, firmamos un TLC muy importante que ahora esperamos que se apruebe, estrechamos relaciones con algunos de nuestros vecinos como Chile, el país continuó creciendo a un ritmo acelerado y muy alto, los pequeños y micro empresarios continúan exportando, las regiones le demostraron a la opinión pública que están en contra del centralismo limeño y de los políticos de siempre, entre otras cosas.

Pero a mi parecer, lo más rescatable de este año, es que el optimismo va ganando terreno. Los peruanos y peruanas estamos viendo que las cosas pueden cambiar, que nuestro país está en el camino del desarrollo y que solo depende del esfuerzo de todos que salgamos de la pobreza.

Sabemos que algunas cosas pueden cambiar y estamos dejando de lado ese nocivo pesimismo que nos acompañó por muchos años, aquel que decía que el país no tiene remedio y que al Perú nadie lo salva.

Ahora es momento de avanzar. Este 2007 parece ser un buen año para el Perú. Tal vez esta sea la oportunidad que tantos millones de peruanos han estado esperando, tal vez ahora a base de esfuerzo, como los pequeños empresarios, podamos avanzar y salir de la pobreza económica y moral. Espero que nos permitamos avanzar y dejemos de lado definitivamente el pesimismo… a veces no es malo pintarse la cara de color esperanza.

Uniendo naciones

Uno de los grandes problemas de Latinoamérica, y en especial de Sudamérica es que creemos que solo existen alrededor de 15 o 20 naciones porque solo hay esa cantidad de países, pero esa es una visión errada. En Sudamérica existen muchas naciones, la nación única en un territorio no existe, esa es una idea centralista y cerrada.

En cada país de Sudamérica existen varias que hasta traspasan fronteras como es el paso de los aimaras presentes en Perú y Bolivia y que tantos problemas le han causado al gobierno central peruano por sucesos como los de Ilave. No se les debe considerar salvajes porque ese es un pensamiento trasnochado, debe considerárseles diferentes y valiosos.

Pero los aimaras no son los únicos, los quechuas, los guaraníes, los araucanos entre otros son algunas de las diferentes naciones que conforman Sudamérica. Un bloque que como proyecto aún no pasa de las palabras y las buenas intenciones. Pero que si desea unificarse debe empezar por entender que es pluricultural y que en esa pluri-culturalidad reside su riqueza y ventaja frente a otros bloques en el mundo.

Consolidar un pensamiento de unión entre las diversas naciones es algo que le permitirá avanzar a la región. Si no creamos cursos sobre Sudamérica entera y las riquezas de los pueblos de la región, no entenderemos que somos muchas naciones y no solo 12 que toman decisiones llenas de cemento.

La educación es importante y necesaria, en especial si se quiere unificar pueblos y naciones. Por ello se deben generar proyectos educativos que respalden el pluralismo u la integración, perennizándolas en la mente de los niños y jóvenes sudamericanos.