Desde el regreso de la democracia en el Perú se ha intendado llevarse bien con los vecinos, aunque siempre surjan algunos inadaptados que traten de sabotear todo y crean que todos los vecinos nos odian o envidian (no se ha demostrado lo contrario pero no es para tanto).
Brasil se ha visto, desde entonces, como el hermano mayor al que no se le prestó mucha atención anteriormente y que nos puede sacar de la pobreza a todos. Y desde que asumió el poder Luis Ignacio Lula Da Silva en la república vecina se ha erguido como el lider de la región.
Lula se ha encargado de dirigir de una manera muy correcta el destino del Mercosur y de una naciente (debido a la propuesta de Perú y Brasil) Comunidad Sudamericana de Naciones, que de conformarse y consolidarse se impondría en el escenario internacional como la cuarta potencia mundial.
Pero desde la creación en papel de este bloque, hasta la fecha, las cosas en la región se han calentado en la región. Perú rompió relaciones con Venezuela luego de varios intercambios verbales entre presidentes y líderes políticos de ambas naciones; Argentina y Uruguay tuvieron fricciones debido a la construcción de una papelera en la frontera; Bolivia nacionalizó algunos de sus recursos, lo que afectó directamente a algunas empresas brasileras; además tuvo roses por una salida al pacífico con Chile; este último sufrió un traspiés en sus relaciones con el Perú por diversos temas; Colombia tuvo roses con Venezuela y junto con Perú, el país cafetalero volcó su atención hacia la firma de un TLC con EE.UU. lo mismo que Uruguay últimamente.
Es interesante ver que durante la primera visita del presidente García a Brasil, este pida expresamente a Lula que lidere la región y que comande los destinos de los países sudamericanos en una comunidad que parece fragmentarse rápidamente si es que no se hace algo para remediarla.
Brasil es la potencia sudamericana, pero no creo necesario pedirle a Lula que lidere la región, si es que es un buen presidente lo hará y si no existen muchos otros líderes que puden comandar la comunidad y solo necesitan de una oportunidad.
Brasil se ha visto, desde entonces, como el hermano mayor al que no se le prestó mucha atención anteriormente y que nos puede sacar de la pobreza a todos. Y desde que asumió el poder Luis Ignacio Lula Da Silva en la república vecina se ha erguido como el lider de la región.
Lula se ha encargado de dirigir de una manera muy correcta el destino del Mercosur y de una naciente (debido a la propuesta de Perú y Brasil) Comunidad Sudamericana de Naciones, que de conformarse y consolidarse se impondría en el escenario internacional como la cuarta potencia mundial.
Pero desde la creación en papel de este bloque, hasta la fecha, las cosas en la región se han calentado en la región. Perú rompió relaciones con Venezuela luego de varios intercambios verbales entre presidentes y líderes políticos de ambas naciones; Argentina y Uruguay tuvieron fricciones debido a la construcción de una papelera en la frontera; Bolivia nacionalizó algunos de sus recursos, lo que afectó directamente a algunas empresas brasileras; además tuvo roses por una salida al pacífico con Chile; este último sufrió un traspiés en sus relaciones con el Perú por diversos temas; Colombia tuvo roses con Venezuela y junto con Perú, el país cafetalero volcó su atención hacia la firma de un TLC con EE.UU. lo mismo que Uruguay últimamente.
Es interesante ver que durante la primera visita del presidente García a Brasil, este pida expresamente a Lula que lidere la región y que comande los destinos de los países sudamericanos en una comunidad que parece fragmentarse rápidamente si es que no se hace algo para remediarla.
Brasil es la potencia sudamericana, pero no creo necesario pedirle a Lula que lidere la región, si es que es un buen presidente lo hará y si no existen muchos otros líderes que puden comandar la comunidad y solo necesitan de una oportunidad.
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